martes, 28 de mayo de 2013

Fragmentos.

Siempre había creído que la gente se entendía y por eso se juntaba.
Yo creí entenderte a ratos. Por extraño que parezca, nos juntamos, y juntarnos fue, paradójicamente, separarnos. Y desde que nos separamos no tengo entendimiento y ahora lo único que entiendo es que me pongo triste cada vez que pienso que estoy perdiendo algo que no entiendo en absoluto.


26.12.2012




Todo lo que hacíamos se ahogó en una ginebra con más hielos de los que una copa necesita para no ser abandonada a la mitad.

Cada día más animal, más insustancial. Como tierra seca de bambú occidental. Irracional. Animal.

Me quedé mirando el tendedero a rebosar de ropa como si este me fuera a decir algo importante, y los colores de los calcetines me parecieron tan perfectos y radiantes como inadecuados. Decidí apagar la luz y dar una voltereta innecesaria.

Si no me quieres, hazlo en secreto. Los remolinos de fuego no funcionan en invierno, cuando las baldosas están frías y el cielo te llega a la altura de las orejas.

Nos conocimos en plena borrachera de otoño; ahora es normal que nos miremos de reojo con la distancia justa de quien vomita con sus ojos falsa y superflua indiferencia.


01.03.2013




Los kilómetros que los separaban fueron la diferencia que los mantuvo unidos.

31.03.2013




Dime cuántos rompecabezas, cuantas películas de ciencia ficción, cuántos paseos bajo esos rizos hacen falta para tener tanta luz y color propios. Yo ya te diré, cuando lo sepa, cuántos minutos hacen falta para olvidarlos.

20.05.2013




Me gusta sobre todo cuando me habla porque la intrascendencia de sus historias dan forma y sentido a la irrelevancia de nuestras fronteras.

26.05.2013




Recuerdo cuando llorar era más fácil, y ahora que ya me lo he gastado todo en sonreír en mis bares preferidos me dejan gratis la segunda carcajada.

28.05.2013

lunes, 27 de agosto de 2012

27/08/2012


Vivir demasiado deprisa, vértigo emocional y miedo a que se rompa la cuerda. Hay un agujerito por donde veo lo que quiero cuando quiero, y me tumbo en la cama y de repente estoy al borde de un accidente de tráfico y la adrenalina me invade y me pongo muy cachonda de repente y de nuevo esa sensación de estar viviendo diversión, siempre al borde de la catástrofe. Como dijo Audrey Hepburn, 'Si obedeces todas las reglas, falta toda la diversión.'

Esas ganas irremediables de compaginar responsabilidades con una casi total irresponsabilidad, de correr con los brazos abiertos y los ojos cerrados por una calle llena de gente que camina al compás de los que los rodean solamente por no chocar con ellos y no tener que disculparse. De beber más café del que los médicos consideran saludable, más alcohol del que se considera aceptable, más saliva de la que tu propia boca produce. De salir de la jaula y volver a sentirte intensa, volver a sentir la fuerza que te invade cada noche, volver a buscarte a ti misma en los lugares equivocados. Compartirte con la gente, dejarte conocer, y conocer. Y aprender.

Tengo ganas. De mí, de ti. De desobedecer reglas impuestas, y de crear nuevas reglas para luego desobedecerlas. De vivir. De crecer.
En resumen, tengo ganas. Pero sobre todo de mí. Pero sobre todo de ti.


lunes, 30 de julio de 2012

Inspiración pre-depresión.


Lo malo del verano en este caso es que me confunde. Cada vez entiendo menos lo que pasa por mi cabeza. La distancia lo vuelve a uno un poco loco. La distancia, cuando se caracteriza por una total desinformación, te hace creer cosas enfrentadas de las que no te fías un puto pelo. La distancia es como declararse la guerra a uno mismo. La distancia, cuando se somete a la recreación de uno mismo en el recuerdo de lo inestable, te empieza a pedir a gritos una pequeña dosis de realidad. La distancia y la desinformación te hacen creer que lo que antes no entendías ahora está bajo control, como en una pausa falsamente infinita, como un letargo infernal, como un mero mecanismo de defensa engañoso.

La distancia es el instante previo a la resaca emocional. Nunca sabes cuándo va a empezar a joder de verdad.


miércoles, 25 de julio de 2012

I wish I was.

Me pone triste hasta el hecho de no ser capaz de tocarme porque solo quiero que me toques tú.

lunes, 23 de julio de 2012

Confieso que


Que también recuerdo los lunares de su espalda y el color de su piel. El de invierno y el de verano. Que sé los hielos que echa en su copa, y la cantidad exacta de ginebra que necesita para que sea perfecta. Que conozco sus manos como si fueran la palma de las mías. Las canciones que le hacen sonreír, las que le hacen fruncir el ceño, y las que lo hacen bailar. Que le gusta caminar, porque así aprovecha para pensar. Que camina como un potrillo. Que puedo adivinar la efusividad con la que va a responder al teléfono cuando le llamo y que sé que soy capaz de hacerle reír.

sábado, 7 de julio de 2012

Not bad.

Julio entró con fuerza en mi casa y mis pulmones. Bienvenidas tus proezas y mis ganas, bienvenidos los monstruos a mi cama.


domingo, 29 de abril de 2012

Personalmente impersonal.

El arte y la música me dieron a los mejores en Logroño, la universidad me dio a los mejores en Salamanca.
De repente un día te das cuenta de que estás tan agradecido y no sabes a quién recurrir, solo sabes que un abrazo te puede destrozar. Y si me preguntas por qué salgo y bebo tanto, te diré que cada día tengo motivos de sobra para celebrar. Y si últimamente me ves de repente llorar en medio de cualquier bar, te diré que también tengo motivos para estar perdida. Que en la vida casi todo es cíclico, y la felicidad y la tristeza son directamente proporcionales, y no inversamente como a veces nos hacen creer.
Siempre me ha gustado la frase 'Eran malos tiempos para los soñadores'. La voy a guardar en un cajón, porque no es tiempo para soñar. La cosa está bien jodida en mi alegre mundo así que hoy voy a amarrarme a cualquiera que me venga de frente y me regale una sonrisa.

lunes, 26 de marzo de 2012

20 de marzo de 2012

Me transmites paz, seguridad, ganas de vivir y de aprender. Sé dónde encontrarte y dónde no tengo que buscarte, y cuando tu risa llena la habitación esta se pone boca abajo de repente y me entran ganas de correr y de gritar y de cantar.
He aprendido más cosas de ti de las que necesitabas contarme para volverme un poco más de atar.

sábado, 24 de marzo de 2012

22310032



Eres la versión acústica de tu canción preferida, los hielos que se derriten en mi ginebra, la nicotina del tabaco de liar que no me fumo cuando andas cerca.

miércoles, 7 de marzo de 2012

This store.

No es necesario contar una milonga sobre amor y qué mal lo pasa uno y qué bien algunas veces también. A veces la calle se llena de luz y se hace recta, larga, eterna, y la gente pasa y no sabe que estás huyendo de lo mejor que te ha pasado en el último mes, y que las lluvias se las dejemos a Dios, por favor.

Los pies sobre el cargador del ordenador se calientan en sus plantas y gritan hielo hacia el cielo. Y el cielo mata al ángel y el ángel va tras de ti, y tú me esperas y yo te hago esperar y al final te llevo un café a casa, pero no nos adelantemos a los hechos y mira el suelo qué firme parece bajo el cargador del portátil, y yo me salto los puntos y seguido y de puntos y aparte todavía no me he examinado.

domingo, 29 de enero de 2012

29/01/12


Y olvidar y encender su voz. Dicen que fue su voz, la historia de aquella mujer. (El bulldog se sienta y el dueño gesticula).
...Ya no queda gas, son las 5 de la tarde. Taxi y mira, directo. La historia es de colores, según la quieras ir contando. El nudo de tus manos (y el antebrazo) no te dejan respirar. Inhalar. H. Hache.
PAUSA. Me lío un cigarro y el sol ya arderá.

El humo del cigarro ha declarado la guerra a los dos rubios platino, que llevan botas y se quieren bajo el reloj.
"Protégeme del tiempo, protégeme del riesgo. Iglús sin primavera." V.M.
Walkie-Talkies.
El bombo resuena en mi cabeza.
"Voy a mezclar frases con alcohol." V.M.
Una niña con abrigo verde cruza los brazos y llora.
Mi mirada traza una diagonal esperando que aparezcas.
"Hoy la puta se viste de rey. ...Y la actriz hace bien su papel... Y NADIE LE CREE, nadie se lo cree." V.M.

2.0: Puedo partirme y negociar la otra mitad.

jueves, 26 de enero de 2012

Heart of life.

Me he acostumbrado a imaginar que me abrazas cuando me meto en la cama. Ya no sé dormir si no pienso que es contigo.

jueves, 24 de febrero de 2011

Before I'm paralised.

De la constelación de tus lunares me hice preso.

Me gusta la noche. Es mi escudo contra ti. Porque, si me preguntas algo, soy incapaz de mentirte en el 90% de los casos. Y el 10% restante de mentiras son en contra mía y a tu favor.
Por eso me escondo tras el número de mi habitación traducido a kilómetros de oscuridad entre mi ventana y la tuya. Y, como siempre, contar los minutos que pasan no entra dentro de mis planes. O tal vez sí.
Llega un punto en el que me es complicado distinguir mis mentiras de mis verdades. Fernando Savater le puso un nombre a todo esto, un nombre que no voy a compartir.

Dormir sola y hablar sola esta noche son sinónimos.

Supo que estaba perdida en el momento en que vio su cara y le sorprendió el pensamiento de que esta vez nada podría pararla. Un 50% fue decisión propia, el resto fue culpa de la música y el viento.

Y déjate de historias que ya morí en vida mi amor, que ya no me complico.

martes, 15 de febrero de 2011

Y ahora toca:

Hacer daño, pero de verdad. De forma consciente e intencionada, directa a los pólipos y a la yugular. A las manos y a la válvula ventricular. Por la tarde y por la noche, arrancar extremidades y morder los parachoques. Tapar agujeros y desatascar desagües. Pisar camiones y arrastrar tripulaciones, cambiar cortinas y quemar cien conclusiones.

Trepanar diez de cada siete y mentir al seis de corazones.

miércoles, 9 de febrero de 2011

Entre la cirrosis y la sobredosis.


“De pequeño, mi padre me advirtió que no mirara la lavadora; yo era muy pequeño y no le hice caso. Con el paso de los años, me he dado cuenta que tenía razón: no se puede mirar la lavadora de pequeño y pensar que eso no te va traer problemas el día de mañana.”

Busqué. Busqué entre las pelusas que invaden el fondo de mi armario. Busqué en el cubo de basura, entre mi colección de mandarinas secas y en el minuto veintitrés del programa de lavado de mi lavadora. Seguí buscando, en el cajón de los calcetines y entre los apuntes de Balzac, Wordsworth, Dalí y Baudelaire.

Me fui, a tomar un café bien amargo a la cocina. Y a mitad del recreo, entre la cirrosis y la sobredosis, me cansé de descansar. Y viendo que la lavadora centrifugaba, la abrí y me metí dentro. Y allí te encontré, empapado del olor de tu suavizante pero con un tacto familiarmente agrio. Como comer limones a bocados en pleno éxtasis de los sentidos.

No parábamos de girar. Debimos estar allí, dentro de la lavadora, un año entero. Tal vez dos. No lo sé a ciencia cierta, porque una de las cosas que te ocurren cuando te metes en una lavadora centrifugando es que pierdes la noción del tiempo. Nos quisimos mucho durante todo ese tiempo, yo lo sé. Cualquiera se habría dado cuenta. Es posible que fuera porque girar de aquella manera y a esa velocidad, a uno lo marea un poco. Pero nos quisimos sin tocarnos ni una sola vez.

Yo sé cuánto te quise, y sé que cuando salimos del tambor (tú delante, por supuesto), yo aún seguía entre la cirrosis y la sobredosis. Y como no había toallas secas, se nos ocurrió secarnos con lágrimas y un saco de discreción.

Desde entonces, el olor de tu suavizante vive en mis pulmones. Por eso, a cada calada rezo por que el humo lo neutralice. Siempre sin éxito, claro. Así que no se te ocurra decirme que lo deje, porque yo seguiré intentándolo, entre la cirrosis y la sobredosis.

“Entonces, oh belleza mía, di a los gusanos
que te comerán a besos,
que he guardado la forma y la esencia divina
de mis amores descompuestos”




sábado, 29 de enero de 2011

Push, push.

No tiene nada que ver con quererte hasta escupir sangre y mear ácido.
Es por todo lo demás. (Lo que importa de verdad).




Bad people happen to things like me. I broke across the room in waves and drown you in your dress. Bad people happen to things like me. Dogs appear and disappear. It's push, push but we don't kiss. Everything I say to you is code for something else. Why do you make love like this? I can see the subtlety, the rising sea, suddenly. It's push, push but we don't kiss. Everything I say to you is code for something else.

Sleep master, sleep. Erase something, erase something, erase something sweet. Bad people happen to things like me. Bad people happen to things like me. I broke across the room in waves and drown you in your dress. Bad people happen to things like me.



Solo te pido un favor. Uno muy grande, pero solo uno: no te desintegres nunca.

sábado, 22 de enero de 2011

Intensidades varias.

Estoy encerrada en un saco de piel y huesos que no me permite oler más allá del pútrido e inconfundible hedor a órganos en descomposición que invade mi cuarto. Ellos me ven y creen que saben lo que me pasa, pero quién iba a adivinar que el asco ha surgido de tu perfecta manera de identificar todo lo feo con todo lo bueno, y todo lo bello con todo lo malo.
Me gustaría poder gritar un poco más alto para que las palomas salieran volando todas a la vez, como una manada de desorientadas hormigas cuando lanzas una piedra sobre la boca de su hormiguero.
Que yo no digo nada, solo espero que se me entienda cuando echo a correr detrás de una paloma, del mismo modo y en sentido contrario que cuando por las noches huyo de tu sombra incluso cuando no la veo en el vaso, entre los hielos.

lunes, 10 de enero de 2011

Primeramente.

Buscar más artistas como kokoshca en Myspace Music



Alísate el pelo. Alísatelo ya.
Del mismo modo y en sentido contrario: te quiero, te quiero, te quiero.

lunes, 3 de enero de 2011

Suenan las trompetas.

Podría dejar de quererte de la forma en la que te quiero. O al menos, de una de ellas. Creo que tengo varios motivos para hacerlo, lo que no sé es si merecen tanto la pena como para sacrificar algo que lleva conmigo la friolera de X días y 1’5X noches. Me gusta la vida que llevaba hasta hace no demasiado tiempo.

Uno de esos motivos podría tener nombre propio, y me da tanto asco pensar en el hecho de cambiarte de estante que se me revuelve la masa cerebral y se me atasca la sangre en las arterias. A veces pienso que aquel día lloré tanto que te escapaste por las cuencas de mis ojos para no volver. Lloré mucho, muchísimo, casi infinito si se me permite la exageración. Es posible que expulsara todo el dolor de una vez por todas. De hecho, una duda que me asalta desde hace no mucho es si la distancia hace el olvido o magnifica los sentimientos. Incluso he llegado a pensar que hace las dos cosas a la vez. Seguiré pensando en ello, a ver si despejo la incógnita y llego a una conclusión matemática, basada en números. En kilos, minutos o kilómetros.

El pasado y el presente están en distintos archivos, aunque de vez en cuando las carpetas se caen al suelo y mezclan los folios de una forma apabullante. Casi da miedo recoger las hojas de papel reciclado, y plantearse siquiera el reordenarlas y clasificarlas.

He aprendido que hay gente con imán. Hay imanes de las causas perdidas, eso sí puedo asegurarlo. Y me fascina tanto como me aterra, el ser consciente de esto y otro par de cosas de las que no me apetece hablar.

Volviendo al asunto de los motivos, me da tanto por el culo haber llegado a este punto, que me encadenaría a tus caderas con tal de no tener que afrontar lo que me espera a la vuelta de la esquina. Me encadenaría de costado a tus caderas. No te sacaría los ojos para meterlos en formol, ya no. Pero me encadenaría a tus caderas, eso sí. De hecho, me encadenaría a las caderas de cualquier hijo de puta que se me presentara desafiante con una daga entre los dientes. Y retaría. Retaría sin descanso su capacidad de absentismo, y también su capacidad de actuación. Pediría a gritos un corte en al brazo, justo debajo del hombro, donde no me llegue la lengua. Y después bailaríamos vals al ritmo de un rock’ n roll.

El caso es que, si me pudiera mirar a los ojos cuando te miro a los tuyos, seguramente echaría a correr hasta que los pinchazos del flato me hicieran retorcerme de dolor. No quisiera saber que esa mirada ha vuelto de una forma tan cruel. A pesar de todo, hay momentos en los que me duelen de tristeza. Los ojos. Y es entonces cuando me preocupo tanto que me vuelvo la persona más triste de la pista. Siempre fui reina de bar. Y la reina abandona sus aposentos cuando le viene en gana, sin dar explicación.

Me retiro, me ausento, me muero de pena. Me das miedo. Todo lo tuyo me da miedo.

miércoles, 29 de diciembre de 2010

Cara o cruz.

Estar en el punto en el que todavía puedes decidir si avanzar o retroceder, y no saber si debes/quieres avanzar o retroceder, es una de las cosas más angustiantes y asquerosas que pueden pasarle a uno.
A partir de aquí, lo que suele suceder es que como no tienes capacidad de decisión (llámalo indecisión, confusión, tal vez incluso una ligera cobardía si quieres) te quedas como flotando en una nube de gas putrefacto que se va declinando poco a poco hacia el lado menos recomendable para tu salud, tanto física como mental. Y te quedas ahí, ni sentado ni de pie (en cuclillas que es mucho menos cómodo), fumando la pipa del temor. Sin compañía, por supuesto. Porque, entre otras cosas, no la quieres. Hay cosas que es mejor tragar en silencio para que no se vuelvan completamente contra ti. Cada cosa a su debido tiempo.
Y llega el momento en que la nube de gas putrefacto se disuelve de pronto, sin avisar, y te das la ostia padre contra el suelo. De morros o de espaldas, qué más da. Es cuestión de azar, como lanzar una moneda al aire.