El arte y la música me dieron a los mejores en Logroño, la universidad me dio a los mejores en Salamanca.
De repente un día te das cuenta de que estás tan agradecido y no sabes a
quién recurrir, solo sabes que un abrazo te puede destrozar. Y si me
preguntas por qué salgo y bebo tanto, te diré que cada día tengo motivos
de sobra para celebrar. Y si últimamente me ves de repente llorar en
medio de cualquier bar, te diré que también tengo motivos para estar
perdida. Que en la vida casi todo es cíclico, y la felicidad y la
tristeza son directamente proporcionales, y no inversamente como a veces
nos hacen creer.
Siempre me ha gustado la frase 'Eran malos tiempos para los soñadores'.
La voy a guardar en un cajón, porque no es tiempo para soñar. La cosa
está bien jodida en mi alegre mundo así que hoy voy a amarrarme a
cualquiera que me venga de frente y me regale una sonrisa.
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