También parece que tengo una extraña facilidad para dejar de creer en las cosas que quiero, al menos durante un rato, otra vez.
Y también parece que esos son los ratos en los que peor me siento, en los que además creo creer que jamás volveré a querer creer en nada.

1 comentario:
Tragaperras dice:
Doy fe!
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