Desde 'Las sonrisas no se crean ni se destruyen, solo se transforman' hasta 'A veces creo que todo es inmensidad y que algún día me tocará ahogarme en algo', pasando por un cúmulo de transformaciones y naufragios de diferente calibre, según la magnitud de la tragedia.
Ahora, la tragedia (que es la que es), y los naufragios (que son los que son) se nos vienen encima sin importar cómo, dónde ni cuándo. Y yo asomo la mirada a su puerta para comprobar que sigue ahí. Y yo me pongo su camisa para intentar suplir un abrazo que no llega.
Y una de Pereza, que dentro de lo triste..
domingo, 24 de octubre de 2010
viernes, 22 de octubre de 2010
Aquí.
Como si nunca hubiera ocurrido.
Como si tampoco nunca hubiese ocurrido.
Como si esto fuera nuevo, o me sorprendiera. Que te den, que te den, qué tal, yo muy bien.
Como si pudiera evitarlo.
Como si tampoco nunca hubiese ocurrido.
Como si esto fuera nuevo, o me sorprendiera. Que te den, que te den, qué tal, yo muy bien.
Como si pudiera evitarlo.
domingo, 17 de octubre de 2010
Anagrama.
Lo que ocurre es que se me seca la boca y se me escurre el teclado entre las manos, y todo esto mientras intento entender por qué se me hace tan complicado quererte y odiarte a un mismo tiempo si es lo único que he hecho contigo desde que te conozco. Lo que pasa es que cada vez que toso expulso cien mil células de mi interior, y ya me estoy quedando vacía por dentro de tanto forzar la garganta y de escupir trozos de mi corazón que, por otra parte, ya lo tenía podrido desde hace mucho tiempo.
Lo que no creo es que haya una fácil solución que me permita mantenerme íntegra física y moralmente, mucho menos cuando escucho sonar Drain You saliendo de mi móvil y una mano inocente me lo alcanza, delatándote la pantalla como autor de la llamada. Y mi voz cambia, mi visión cambia, la tele cambia e incluso aquel puto frío cambió al escucharte hablar de las gilipolleces más grandes jamás imaginadas, y el mundo fue un poco más mundo mientras te insultaba interiormente con la sonrisa puesta en la cara a modo de aprobación y veneración.
Porque te quiero y, por qué no, porque me gusta odiarte con tan particular criterio y tan poca razón. Porque me apetece abrazarte y decirte idiota con esa cara que solo sé poner cuando te tengo delante.
Porque no estaría yo aquí escribiendo, ni comiendo macarrones con tomate, ni fumando, ni escuchando cierta determinada canción que me hace gelatina las piernas y de mi historia una historia sin fin, si no fuera porque hace tiempo que no tenía yo tantos motivos para inmolarme poco a poco sin miedo a derramar las lágrimas que, por suerte, hace ya cuatro días derramé.
Lo que no creo es que haya una fácil solución que me permita mantenerme íntegra física y moralmente, mucho menos cuando escucho sonar Drain You saliendo de mi móvil y una mano inocente me lo alcanza, delatándote la pantalla como autor de la llamada. Y mi voz cambia, mi visión cambia, la tele cambia e incluso aquel puto frío cambió al escucharte hablar de las gilipolleces más grandes jamás imaginadas, y el mundo fue un poco más mundo mientras te insultaba interiormente con la sonrisa puesta en la cara a modo de aprobación y veneración.
Porque te quiero y, por qué no, porque me gusta odiarte con tan particular criterio y tan poca razón. Porque me apetece abrazarte y decirte idiota con esa cara que solo sé poner cuando te tengo delante.
Porque no estaría yo aquí escribiendo, ni comiendo macarrones con tomate, ni fumando, ni escuchando cierta determinada canción que me hace gelatina las piernas y de mi historia una historia sin fin, si no fuera porque hace tiempo que no tenía yo tantos motivos para inmolarme poco a poco sin miedo a derramar las lágrimas que, por suerte, hace ya cuatro días derramé.
jueves, 7 de octubre de 2010
ALL ABOUT ME.
A pesar de todo, me alegro de que aún haya momentos en el día y días en el año en los que lo que más me apetece sea enseñarle mi redondo culo al mundo. Querer arrojar sandías al vacío desde mi ventana y ponerle una etiqueta a mi cama que grite en brillante edding negro a los siete universos: 'Si huele a mierda es por tu culpa'.
¿Lo mejor? Mejorarlo.
¿Lo peor? Disfrutarlo.
¿Lo mejor? Mejorarlo.
¿Lo peor? Disfrutarlo.
domingo, 2 de mayo de 2010
Paraísos artificiales.

Pero cuando tu apareces se desvanece el dolor
y no necesito a nadie porque se..
Sinceramente, me sorprende que se mantenga la ilusión. A veces pienso que todo ha acabado y que no era tan importante como creía. Pero luego recuerdo el dolor, y claro, la verdad es que hoy estamos ya a dos de mayo.
Y, ahora, como me conozco muy bien, sé que no era la gripe lo que me quitaba el sueño al irme a la cama. Es en mi no nuez: por lo del pensamiento, al que he educado muy bien, dentro de lo posible. Tanto que casi consigue engañarme. Y por lo del subconsciente, al que no puedo controlar.
Yo en realidad venía a escribir unas cosas que se me han ocurrido al ver en esta pared blanca reflejados dos de tus tesoros, y eso totalmente ajeno al resto de tu cuerpo pero perfecta y profesionalmente integrado en tu cara. Y de alguna otra cosa, pero he decidido que me callo, total para qué.
Tiene gracia, en realidad. ¿Quién puede estar con la cabeza en el suelo en el otro lado del planeta? Porque necesitaría un buen emblema.. Y un par de gramos de instinto de supervivencia.
En el fondo todo lo que quiero,
es verte amanecer.
miércoles, 28 de abril de 2010
Me gusta abrazarte.
Quiero saber que aguantaré sin el beso del viernes, sin el del sábado de la semana siguiente. Quiero saberlo, necesito creerlo.
Y no es el beso. Esa solo es la metáfora.
Eres tú completo, como unión no aleatoria de cuerpo y espíritu, el que quiero que permanezca. Dentro de poco solo tendré de ti al alcance tu espíritu, en mayor o menor medida. Y echaré de menos tu cuerpo: tu silueta, tus manos, tu pelo, tus ojos, tus labios. Y es que a mí no me convence la teoría platónica del alma reencarnada en un cuerpo aleatorio.
Podemos relacionar estos dos aspectos. Porque yo te quiero por cuando hablamos, por cuando intercambiamos información verbal. Pero también por cuando te cojo la mano, cuando te toco el pelo, cuando te miro a los ojos y cuando siento mis labios en los tuyos.
No concibo la dualidad de la esencia del ser humano como algo real. Para mi es todo del mismo paquete. Y cuando me falte esa mitad (especialmente dolorosa la ausencia de contacto físico), necesitaré saber que puedo aguantar, que sigues entero, que me echas de menos.. Aunque solo sea dos segundos a la semana (oda a mi propio catastrofismo).
Y no es el beso. Esa solo es la metáfora.
Eres tú completo, como unión no aleatoria de cuerpo y espíritu, el que quiero que permanezca. Dentro de poco solo tendré de ti al alcance tu espíritu, en mayor o menor medida. Y echaré de menos tu cuerpo: tu silueta, tus manos, tu pelo, tus ojos, tus labios. Y es que a mí no me convence la teoría platónica del alma reencarnada en un cuerpo aleatorio.
Podemos relacionar estos dos aspectos. Porque yo te quiero por cuando hablamos, por cuando intercambiamos información verbal. Pero también por cuando te cojo la mano, cuando te toco el pelo, cuando te miro a los ojos y cuando siento mis labios en los tuyos.
No concibo la dualidad de la esencia del ser humano como algo real. Para mi es todo del mismo paquete. Y cuando me falte esa mitad (especialmente dolorosa la ausencia de contacto físico), necesitaré saber que puedo aguantar, que sigues entero, que me echas de menos.. Aunque solo sea dos segundos a la semana (oda a mi propio catastrofismo).
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tú yo 'tomorrow comes today' 'el mañana'
lunes, 5 de abril de 2010
No hay manera.

Nunca se me ha dado bien un ‘¿Estás bien?’
No me gusta inmiscuirme en lo que no es mío. Necesito mucho tiempo para saber que puedo hacerlo, que no pasa nada, que no incomodaré, que tal vez incluso ayudaré. No quiero incomodar. No quiero estorbar. No quiero molestar.
Me carcome la pregunta en mi cabeza, necesito respuestas, la presión me supera. Pero estoy acostumbrada, soy yo, me conozco, sé que no explotaré, que podré aguantar por ti.
Lo que me preocupa es hacerlo mal con los demás. Y tú no eres una excepción para mí. Eres de los pocos a los que quiero incondicionalmente. Y la duda, la posibilidad de un sufrimiento del que formo parte, me revienta. Tranquilo, no has hecho nada mal, no te reprocho nada. Lo has hecho todo de forma tan perfecta que no puedo ignorarte en ningún momento.
En tal fecha como hoy, podría decirte esto tranquilamente. No es por vergüenza, por no confiar ni por miedo. Es, como siempre, porque te quiero, y no tengo la confianza en mi misma ni la autoestima suficiente para aceptar que soy bienvenida en tu mundo, por más que me lo has dicho.
Nadie me recomendó que te quisiera a ti. Me preguntaste cómo fue, cómo empezó todo. No supe responderte y sigo sin poder hacerlo. Solo se que cuando conoces a alguien importante, lo sabes desde el primer momento.
Ahora estoy atrapada en tus manos, en tu pelo, en tu cabeza. En tus rarezas.
Pero, de verdad te lo digo, y te lo digo tan de verdad que debes creértelo: está bien, estoy bien. Todo está bien conmigo. Y si estoy bien es precisamente por ti.
lunes, 29 de marzo de 2010
Alt.
Anoche lloré, tumbada en mi cama. Lloré porque te ibas. Bueno, más bien, por cuando te vayas. Por cuando te vayas y yo solo pueda decir: 'Muy bien, Ana, lo has vuelto a hacer. Nada se te da mejor.'
Y los primeros meses serán malos pero no tanto, y los siguientes serán horribles, y los siguientes serán los peores. Y yo estaré en mi cubículo viendo fotos, escuchando canciones, viendo vídeos, y dando puñetazos en la pared.
Lloré porque hace un tiempo decidí renunciar a esa parte de mi que tanto me gustaba y me ayudó. Fue una etapa buena pero incompleta. Ahora que has llegado, me has ayudado a aprender a renunciar a no tener nada.
Me rindo.
Me rindo ante mí misma porque mereces la pena, y porque no puedo quedarme estancada en un mismo kilómetro. Me rindo ante mi, ante la vida, ante todo lo que un día creé.
Me rindo por voluntad propia.
Me rindo y, aunque no sea capaz de decírtelo, sigo teniendo la esperanza de que sepas que te has convertido en un imprescindible.
Tú, sin saberlo, me devolviste algo muy valioso. Y no sé cómo pagártelo, cómo afrontarlo.
http://www.youtube.com/watch?v=zxPcmi1U25g
Y los primeros meses serán malos pero no tanto, y los siguientes serán horribles, y los siguientes serán los peores. Y yo estaré en mi cubículo viendo fotos, escuchando canciones, viendo vídeos, y dando puñetazos en la pared.
Lloré porque hace un tiempo decidí renunciar a esa parte de mi que tanto me gustaba y me ayudó. Fue una etapa buena pero incompleta. Ahora que has llegado, me has ayudado a aprender a renunciar a no tener nada.
Me rindo.
Me rindo ante mí misma porque mereces la pena, y porque no puedo quedarme estancada en un mismo kilómetro. Me rindo ante mi, ante la vida, ante todo lo que un día creé.
Me rindo por voluntad propia.
Me rindo y, aunque no sea capaz de decírtelo, sigo teniendo la esperanza de que sepas que te has convertido en un imprescindible.
Tú, sin saberlo, me devolviste algo muy valioso. Y no sé cómo pagártelo, cómo afrontarlo.
http://www.youtube.com/watch?v=zxPcmi1U25g
martes, 12 de enero de 2010
Esto va de hospitales.
Las almas de vez en cuando entran en un coma en el que es capaz de reconocer contadas siluetas, cada una perteneciente a una sombra determinada, cada una perteneciente a un alma determinada. Como dato informativo: si durante el coma pudiera uno moverse, tal vez con las dos manos tendría suficiente para abarcar todo lo que le pertenece.
Y de vez en cuando aparece una nueva silueta, una sombra en medio de esa luz blanca de la que todos han oído hablar. Una luz que no es sinónimo de claridad ni indicio de salvación como muchos creen. Es otra cosa muy distinta que ni siquiera voy a tratar de poner en palabras. Pues bien, como iba diciendo, esa nueva sombra con una silueta propia y un atractivo completamente nuevo e hipnotizante hace que disminuyan como candidatas a reconocibles el resto de siluetas de las almas en coma que comparten habitación contigo en ese hospital con ese característico penetrante y agobiante olor a médicos y medicinas que, por muy conocedores que digan ser de las enfermedades y los remedios del mundo, no pueden salvarte ni sacarte de tu coma personal. Y de vez en cuando una de esas nuevas sombras hipnóticas te convence, ya sea premeditadamente o no, ya sea intencionadamente o no (todo depende de la naturaleza de cada alma), de que será capaz de acompañarte en ese mismo cruel mundo que os metió en una cama de hospital. Y entonces, milagrosamente, tu alma abandona el coma.
A partir de entonces hay dos posibles caminos a seguir; el primero, en el que esa silueta especial sale de su coma (si es que lo estaba, sino te tiende la mano desde fuera) y echa a caminar a tu lado, y el segundo, en el que la silueta especial se queda dentro de su coma, obligándote a caminar solo.
Dicho sea de paso, toda alma suele acabar en un nuevo coma, independientemente del camino que le haya tocado seguir.
Y de vez en cuando aparece una nueva silueta, una sombra en medio de esa luz blanca de la que todos han oído hablar. Una luz que no es sinónimo de claridad ni indicio de salvación como muchos creen. Es otra cosa muy distinta que ni siquiera voy a tratar de poner en palabras. Pues bien, como iba diciendo, esa nueva sombra con una silueta propia y un atractivo completamente nuevo e hipnotizante hace que disminuyan como candidatas a reconocibles el resto de siluetas de las almas en coma que comparten habitación contigo en ese hospital con ese característico penetrante y agobiante olor a médicos y medicinas que, por muy conocedores que digan ser de las enfermedades y los remedios del mundo, no pueden salvarte ni sacarte de tu coma personal. Y de vez en cuando una de esas nuevas sombras hipnóticas te convence, ya sea premeditadamente o no, ya sea intencionadamente o no (todo depende de la naturaleza de cada alma), de que será capaz de acompañarte en ese mismo cruel mundo que os metió en una cama de hospital. Y entonces, milagrosamente, tu alma abandona el coma.
A partir de entonces hay dos posibles caminos a seguir; el primero, en el que esa silueta especial sale de su coma (si es que lo estaba, sino te tiende la mano desde fuera) y echa a caminar a tu lado, y el segundo, en el que la silueta especial se queda dentro de su coma, obligándote a caminar solo.
Dicho sea de paso, toda alma suele acabar en un nuevo coma, independientemente del camino que le haya tocado seguir.
martes, 29 de diciembre de 2009
Justo antes de romperlo decidí publicarlo para no tener que recoger los trozos del suelo. Me niego a que esto sea una historia triste.
Como bien sabes, digo tantas cosas que muchas veces ya no sé lo que me digo. Como también perfectamente sabes, suelo romperlas o borrarlas, y me siento bien haciéndolo. Pero en ocasiones, ya no solo no las rompo o las guardo, sino que las publico en internet para que todo el que decida gastar un rato de su vida leyendo lo que otros escriben sobre la suya se creen una opinión más o menos acertada de lo que me pasa por la cabeza (o por otras partes). He aquí un ejemplo:
Pero y ahora qué más da si tu eres gay o hetero, si yo soy poco femenina o un travelo. Pero qué más da si lo único que tengo es, de vez en cuando, tu extraña compañía, y en menos de lo que soy capaz de admitir se va a esfumar todo menos el tan cierto recuerdo de alguien tan tremendamente incierto, digamos que más incierto de lo que a veces me gustaría reconocer. Bueno, eso y una colección de ataques de locura que ahora me confirman y en el futuro se encargarán de recordarme que tu extraña compañía es a veces más deseada de lo que me gustaría tener que asumir.
Confío en que sabré olvidarme de lo extrañamente bien que estoy en tu extraña compañía, como otras veces anteriormente hice, aunque mientras no me toca, empiezo a imaginar el momento de la despedida.. Siempre como algo tan extremista y bipolar como yo misma me reconozco :)

Confío en que sabré olvidarme de lo extrañamente bien que estoy en tu extraña compañía, como otras veces anteriormente hice, aunque mientras no me toca, empiezo a imaginar el momento de la despedida.. Siempre como algo tan extremista y bipolar como yo misma me reconozco :)
lunes, 16 de noviembre de 2009
Bonita.

Una nueva rutina:
Saber que vienes y sonreír: verte llegar y sonreír.
Saber que me vas a saludar con una sonrisa, y sonreír: verte sonreírme y sonreír(te).
Saber que te vas a girar ahora o dentro de 3 minutos y sonreír: verte girar la cabeza hacia mi y sonreír.
Decir tantas veces la palabra sonreír que sospechas que le vas a acabar cogiendo manía, fonéticamente hablando: coger una tirria de narices a la palabra sonreír.
A pesar de todo: SONREÍR.
jueves, 5 de noviembre de 2009
November has come
jueves, 15 de octubre de 2009
Ti.Te.Contigo
Me doy cuenta de cómo te miro, y soy consciente de que a veces lo hago de esa forma que la mayoría de la gente considera sospechosa y llama indicio o señal. Pero me puedo permitir el lujo de afirmar con total seguridad que esto no es eso ni aquello. No sé exactamente lo que es, e intento no pensar en ello más de 10 minutos cada 7 días. Solo sé que me encanta y que no espero que cambie :)
A veces, y cada vez más, te antepongo a cualquier otra persona en cariño, miedo e incluso necesidad. Y de vez en cuando me regalas una de tus pequeñas maravillas, y te lo agradezco con cada centímetro cuadrado de mi piel.
A veces, y cada vez más, te antepongo a cualquier otra persona en cariño, miedo e incluso necesidad. Y de vez en cuando me regalas una de tus pequeñas maravillas, y te lo agradezco con cada centímetro cuadrado de mi piel.
jueves, 8 de octubre de 2009
5sentidos
A veces te ocurre que te enamoras un poco. De una psique, de un instante, de un timbre de voz o de un gesto, por ejemplo. En algunos casos, puedes incluso llegar a enamorarte de un cuerpo.

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Me he enamorado de este cuerpo
sábado, 22 de agosto de 2009
10, jajajajajajajajajaja 10
Ni un lustro-so amanecer podría haberme sorprendido tantísimo.
El subconsciente es como una batidora, lo revuelve todo y lo saca en el momento más acertado e inoportuno, al menos en ciertos casos desafortunados en los que se me hace difícil calcular la magnitud de la tragedia. No sé, o no quiero saber, a qué se debe todo esto, pero ya son tres las veces que la batidora del mundo ha querido pillarme por sorpresa e indefensa en un dia como hoy.
Puedo seguir intentando hacerme la loca por dentro. No, esto no es así realmente. Más bien intento no sacar conclusiones precipitadas. Pero a veces todo parece indicar al sur, y es entonces cuando te das cuenta de que tu camino está a punto de cambiar y de que no quieres perder el norte en el que siempre creíste y confiaste. Tienes miedo, y eso es absolutamente lógico y comprensible. Sobre todo cuando sabes que en el sur las mandarinas no aspiran a la medalla.
El subconsciente es como una batidora, lo revuelve todo y lo saca en el momento más acertado e inoportuno, al menos en ciertos casos desafortunados en los que se me hace difícil calcular la magnitud de la tragedia. No sé, o no quiero saber, a qué se debe todo esto, pero ya son tres las veces que la batidora del mundo ha querido pillarme por sorpresa e indefensa en un dia como hoy.
Puedo seguir intentando hacerme la loca por dentro. No, esto no es así realmente. Más bien intento no sacar conclusiones precipitadas. Pero a veces todo parece indicar al sur, y es entonces cuando te das cuenta de que tu camino está a punto de cambiar y de que no quieres perder el norte en el que siempre creíste y confiaste. Tienes miedo, y eso es absolutamente lógico y comprensible. Sobre todo cuando sabes que en el sur las mandarinas no aspiran a la medalla.
sábado, 15 de agosto de 2009
La generación de puta madre.
Pues yo prefiero apagarme lentamente antes que quemarme de repente, al menos a con vistas a un tiempo no muy lejano. Porque no me estoy refiriendo a mi muerte física sino a otra mucho más chunga y, por tanto, más acojonante. Y la veo relativamente cerca. Así pues, prefiero apagarme lentamente para poder disfrutar de cada segundo de ventaja que me dé cada célula de mi cuerpo mientras se quema, pese al dolor y la magnitud de la tragedia. Y de paso poder escupir llamaraditas de insensatez por la boca si se me antojara lo suficiente como para arriesgarme a quedar reflejada en los espejos del recuerdo como una idiota sentimental que se aferró demasiado a su columpio particular, disfrutando del punto más alto del viaje tanto como del más bajo, con esa sensación que te inunda la tripa en el trayecto entre ambos dos puntos. Y tener la seguridad de que si en un momento dado no me apetece llegar abajo una sola vez más porque mi cuerpo o mi alma no va a ser capaz de resistirlo, podré tirarme cuando esté arriba del todo saliendo así del bucle en el que entras cada vez que crees que merece la pena gastar tu tiempo aquí, (y no en el tobogán ni en la telaraña, porque por muy divertidos que parezcan, sabes que nunca crearán esa sensación en el estómago que te hace sentir tan viva), cayendo de rodillas, de morros o de costado, sobre el duro suelo que te indica que has salido de la moqueta morada y relativamente blanda donde se encuentran tantas atracciones, y saber que nunca volverás a entrar en un parque infantil, al menos hasta que tus heridas hayan curado del todo y solamente queden unas cicatrices que te harán sonreír mientras recuerdas con dos gotitas de nostalgia cruzando tu cara los momentos que viviste en el pasado en un lugar tan parecido y a la vez tan distinto a aquel.
Me encanta rezumar amor por los poros de mi cuerpo cada vez que sudo cuando estoy en mi columpio.
Me encanta rezumar amor por los poros de mi cuerpo cada vez que sudo cuando estoy en mi columpio.
viernes, 14 de agosto de 2009
HOGUERA

Que nadie espere ver una sonrisa en mi cara cuando estoy rodeada de miradas de dolor y tristeza, entre otras cosas. Creo que incluso podría incluir la mía. Sí, allí estoy, ahora me veo mejor, mirándome a través de los barrotes.
Salgo de mi cuerpo y me alejo unos escalones para ver(n)os desde más lejos, con la única intención de fumarme hasta el último lamento mientras trato de destruir esa electricidad que nos rodea.
Te miro a ti primero, a tu bola como siempre, desencantada de la vida tal vez, o solamente en parte. Giro la cabeza hacia mi derecha y te veo ahora a ti.. Qué puedo decir de ti. Tal vez adorando a un dios que no existe en ningún cielo. Sigo retando a las agujas del reloj, y ahí estás tú. No tengo ni puñetera idea de lo que te pasa, y eso me pone nerviosa. Quisiera ir y abrazarte, pero solo bailo. Luego vas tú, te toca a ti, querida. Contenta por dentro y por fuera, triste por dentro. O eso creo. Y por último estás tú, que me recuerdas tanto a mí a pesar de la diferencia, aunque quizás ésta ya no sea tan grande. A mí.. Creo que paso de mirarme a mí misma ahora, me aterra la idea.
Cuando ya no queda humo para estropearme también físicamente por dentro, vuelvo al círculo vicioso del que, sospecho, nadie va a salir nunca. Y si digo nunca es porque, aunque alguien consiga escapar, la estancia va a ser tan larga que no alcanzo a ver su final.
Si me voy a quemar por dentro, al menos que sea en vuestra compañía, y no observándoos a través de unos barrotes, un cristal, unas calles o un océano.
miércoles, 5 de agosto de 2009
Sal.

No te das cuenta de que estás vivo, y si no lo estuvieras ni siquiera importaría. ¿A quién le importa una vida cuando hay millones en el mundo? Ya.
El día que yo muera, me gustaría que alguien llorara. Pero solo ese día, a partir de entonces quedan prohibidas las lágrimas. Porque hay veces que las lágrimas te queman la cara a su paso por tus ojeras permanentes y tus mofletes blandos y tiesos. Ahí es cuando dejan de llamarse lágrimas, para rebautizarse con el nombre de nostalgia. Entonces sabes que estás perdiendo el tiempo hagas lo que hagas, pero no te importa. Tan solo estás de viaje en este agujero negro con farolas, dando la oportunidad de ser queridos a aquellos a los que, a la larga, te vas a permitir perder. Por los que llorarás el día que te abandonen para ir a la tumba o a cualquier otra parte en la que tú no estés. Por los que solo llorarás ese primer día en el que te das cuenta de que a pesar de no ser muy lista, no estabas equivocada del todo. A partir de entonces te limitarás a ir calcinándote poco a poco la cara en memoria de almas perdidas, cavando así un camino para la más fría y dolorosa nostalgia, la nostalgia que es capaz de sentir solo quien morirá tantas veces como personas le dieron la oportunidad de ser querida.
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jopetas asiescomomeimaginomividasinmi
lunes, 27 de julio de 2009
El rollo de siempre.
Y a pesar de todo, parece que al fin y al cabo tengo una extraña facilidad para querer cosas en las que no creo. Al menos durante un rato, como siempre.
También parece que tengo una extraña facilidad para dejar de creer en las cosas que quiero, al menos durante un rato, otra vez.
Y también parece que esos son los ratos en los que peor me siento, en los que además creo creer que jamás volveré a querer creer en nada.
También parece que tengo una extraña facilidad para dejar de creer en las cosas que quiero, al menos durante un rato, otra vez.
Y también parece que esos son los ratos en los que peor me siento, en los que además creo creer que jamás volveré a querer creer en nada.

sábado, 25 de julio de 2009
Maniquí.
Que no es que esté mal, pero lo he estado y recordarlo duele, duele casi tanto como cuando lo estuve. Y ahora mismo estoy intentando negarme a aceptar la mayor verdad del mundo, me gustaría poder gritarme en alto a mí misma: ¿Ves como estabas equivocada, gilipollas?'
Algunas veces he querido ser ciega y por ello conseguir ser un poco más feliz tal vez, pero visto que no lo soy y que no soy tan subnormal como para sacarme los ojos, he aprendido a encontrar la felicidad en la aceptación de las leyes naturales.
Porque Dios hizo el mundo en 7 días, y se nota, pero tuvo cuidado para idear la forma de comer gambas en un bar sin tener que preocuparse de las servilletas de papel impermeables: la solución es secarse con las gambas *.*
(Qué sabio este señor de gafas tan guapo, cada día tiene más sentido loque dice).
Algunas veces he querido ser ciega y por ello conseguir ser un poco más feliz tal vez, pero visto que no lo soy y que no soy tan subnormal como para sacarme los ojos, he aprendido a encontrar la felicidad en la aceptación de las leyes naturales.
Porque Dios hizo el mundo en 7 días, y se nota, pero tuvo cuidado para idear la forma de comer gambas en un bar sin tener que preocuparse de las servilletas de papel impermeables: la solución es secarse con las gambas *.*
(Qué sabio este señor de gafas tan guapo, cada día tiene más sentido loque dice).
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